En diversos sectores, los polvos se manipulan a menudo a temperaturas elevadas. Por ejemplo, una cámara de fabricación aditiva (AM) puede calentarse para reducir el alabeo y la tensión inducida térmicamente en el componente acabado, mientras que los catalizadores funcionan habitualmente a temperaturas sustancialmente elevadas para lograr una productividad comercialmente atractiva. La pasteurización y la deshidratación son ejemplos de tratamientos térmicos aplicados para prolongar la vida útil de los productos mediante la reducción de las poblaciones microbianas o la prevención del crecimiento de hongos, especialmente en la industria alimentaria. El sector farmacéutico confía en la granulación por fusión y la extrusión por fusión en caliente para la fabricación de muchas formas farmacéuticas sólidas.
La importancia de caracterizar los polvos en condiciones relevantes para el proceso se ha ido consolidando en los últimos años, pero la mayoría de las pruebas siguen realizándose en condiciones ambientales. Como resultado, los polvos pueden mostrar un comportamiento impredecible en operaciones unitarias críticas. Al aumentar la temperatura, las partículas sólidas pueden deformarse, la grasa presente puede fundirse, el contenido de humedad puede alterarse y la densidad del gas arrastrado puede reducirse. Estos y otros cambios afectan directamente a las propiedades del polvo a granel, como la fluidez, la compresibilidad y la permeabilidad y, por extensión, al rendimiento del proceso y del producto.
En este seminario web, Laura Shaw, especialista en aplicaciones de Freeman Technology, hablará de cómo afecta la temperatura al comportamiento del polvo y considerará los requisitos para realizar pruebas a temperaturas elevadas. Se presentarán datos experimentales que demuestran el efecto de los cambios de temperatura en la fluidez de un excipiente farmacéutico y una materia prima AM, y se destacarán los retos de predecir cualquier impacto.